Obra a cargo de Santiago Gorostiza, Jordi Honey-Rosés y Roger Lloret, se ha presentado el día 13 de julio de 2015 con Pedro Arrojo, Premio Goldman de Medio Ambiente.
El libro explica cómo el conflicto medioambiental para la minería de la potasa en el Bages arranca en 1925 y cómo, a pesar de la tecnología disponible en el siglo XXI, sigue sin solución definitiva
Se señala que la media de los valores de cloruro entre enero de 2014 y junio de 2015 en el Llobregat, en Sant Joan Despí, incumplen el máximo extraordinario fijado en tiempos de la Segunda República y se explica el impacto de la minería en el agua potable que llega a Barcelona
Los autores han coincidido en que salinidad del agua del Llobregat, como consecuencia de la actividad de la minería de potasa, ha sido el principal quebradero de cabeza para el abastecimiento de agua en el área de Barcelona.
Pedro Arrojo ha destacado la importancia de la conciencia colectiva y del inconformismo como herramientas de presión para hacer cumplir el marco legal establecido por Europa. En este sentido ha aseverado que el libro, de gran rigor científico, contiene una información de primer orden para crear conciencia.
Barcelona, 13 de julio de 2015.- Hoy se ha presentado la primera obra nunca llevada a cabo, desde una perspectiva histórica, de la salinización de los ríos Llobregat y Cardener como resultado de la actividad de la minería potásica en Cataluña , en concreto en la comarca del Bages, y de su impacto en el agua potable que llega al área metropolitana de Barcelona. Los autores de «Ríos de Sal – Una visión histórica de la salinización de los ríos Llobregat y Cardener durante el siglo XX«, Santiago Gorostiza, Jordi Honey–Rosés y Roger Lloret han estado acompañados en este acto por Pedro Arrojo, Premio Goldman de Medio Ambiente y autor del prólogo de la obra.
El libro presenta una cronología y documentación histórica que vincula la salinidad de los ríos con la industria minera y desvela cómo el conflicto vinculado a la minería potásica en Cataluña y la consecuente salinización de los ríos no es nuevo. La obra se basa sobre todo en documentación inédita de archivos de todo el estado, especialmente del Archivo General de la Administración (AGA), el Archivo Nacional de Cataluña (ANC) y el Archivo General de Aguas de Barcelona, pero de hecho recoge información de 17 archivos diferentes.
El estudio desvela que la primera denuncia contra las minas fecha de 1926 y que durante la década de 1930 el impacto medioambiental fue tratado ampliamente en la prensa (chistes,reportajes, etc). La Generalitat Republicana aprobó una Ley de Salinidad (1933) destinada exclusivamente a controlar la salinidad de los ríos derivada de la explotación de las minas de potasa del Bages, aprobada por unanimidad en el Parlamento de Cataluña. Durante la Segunda República (1931-1939), con maquinaria adquirida en Suiza, se estableció un moderno sistema de monitoreo de la salinidad y otros parámetros en los ríos Llobregat y Cardener y se redactó el primer proyecto de canal colector de salmueras, para llevar hasta el mar las aguas salinizadas producidas en las minas. «Ríos de Sal» documenta el proceso de elaboración de este proyecto, que en octubre de 1936 estaba listo. Las obras, sin embargo, no llegaron a comenzar. Durante la Guerra Civil la empresa Aguas de Barcelona fue colectivizada por sus trabajadores: bajo las bombas, estos continuaron suministrando agua a la ciudad y controlando los parámetros de calidad. Con el paro de la actividad en las minas del Bages, la salinidad del agua en Barcelona bajó de forma muy significativa.
La dictadura franquista no consideró la construcción del colector de salmueras ni el control de la salinidad como un problema urgente. La legislación de control de la salinidad se relajó y los proyectos de colector se apilaron. El colector no se construyó hasta la década de los 80, una vez restablecida la Generalidad de Cataluña y, sin embargo, el río Llobregat aún incumple la ley promulgada en 1933 que limitaba, y sólo para situaciones extraordinarias, los vertidos salinos en la cuenca hasta alcanzar un máximo de 250 miligramos de cloruros por litro (mg Cl / L) de salinidad del Llobregat en Pallejà. En la presentación se ha apuntado que es posible consultar en la web de la Agencia Catalana del Agua los datos analíticos que muestran que la media de los valores de cloruro entre enero de 2014 y junio de 2015 en el Llobregat en Sant Joan Despí ha sido de 285 mg Cl / L. Se incumple pues el máximo extraordinario fijado en tiempos de la Segunda República. Abajo de la confluencia con el Cardener, el Llobregat contiene ya 254 mg Cl / L, mientras que en Balsareny sólo 37 mg Cl / L. La incorporación de cloruros en la cuenca del Llobregat sucede en los tramos de actividad de la minería de potasa.
Los autores coinciden en que desde que comenzaron las explotaciones industriales de potasa en el Bages, la salinidad añadida al agua del Llobregat ha sido el principal quebradero de cabeza para el abastecimiento de agua en el área de Barcelona. A pesar de que el movimiento ecologista moderno se configura a partir de la década de 1970, «Ríos de Sal» muestra como hace casi 100 años que la población se moviliza para denunciar los impactos de la salinización y segundos en Santiago Gorostiza, la obra «expone como un conflicto ambiental es también necesariamente un conflicto social y político «. En este mismo sentido se ha pronunciado en Roger Lloret cuando dijo, contundente, que «el río Llobregat y la minería de la potasa en el Bages, es una actividad económica y al mismo tiempo, una irresponsabilidad ambiental».
Haciendo referencia al trabajo desarrollado para llevar a cabo este estudio, fruto de la colaboración entre los tres autores, Jordi Honey–Rosés ha querido subrayar que la obra, además de haberse trabajado con rigor, «quiere ser un homenaje a los que han querido, queremos y amarán nuestros ríos «.
«Ríos de Sal – Una visión histórica de la salinización de los ríos Llobregat y Cardener durante el siglo XX», ha sido editada por Ediciones del Llobregat Centro de Estudios Comarcales del Baix Llobregat y se ha presentado, a las 17h, en el Colegio de Periodistas de Barcelona y también, a las 20h, en la Librería Parcir (C / Guimerà 74) de Manresa – www.parcir.com.
Sobre los autores: Santiago Gorostiza, licenciado en Historia y en Ciencias Ambientales e investigador Marie Curie de la Universidad de Coimbra (Portugal); Jordi Honey–Rosés, profesor de la University of British Columbia en Vancouver (Canadá); y Roger Lloret, químico y agrónomo, y durante 40 años técnico de la Sociedad General de Aguas de Barcelona ejerciendo funciones de control del Llobregat. El autor del prólogo, Pedro Arrojo, profesor emérito del Departamento de Análisis Económicos de la Universidad de Zaragoza, ideólogo y activista por la nueva cultura del agua y Premio Goldman de Medio Ambiente 2003 (considerado como el más alto galardón en esta materia que se da en todo el mundo y que se otorga cada año a seis personas de diferentes partes del planeta que se hayan distinguido por sus actividades a favor de la conservación del medio ambiente).
Centro de Estudios Comarcales del Baix Llobregat: www.cecbll.cat
Plataforma Cívica Montsalat: www.lasequia.cat/montsalat
Para más información: Centro de Estudios Comarcales del Baix Llobregat: 936663527 o cecbll@llobregat.info