La medicina natural, amenazada en España

¡No son «pseudociencias»! Salvémoslas

Acupuntura, reiki, homeopatía, aromaterapia, ayurveda, moxibustión, shiatsu, yoga… ¡Quieren acabar con todo!

Estimado Lector, estimada Lectora,

Necesitamos una vez más su ayuda.

Nos vemos en la obligación de salir en defensa de la población española frente a la sinrazón y el sectarismo del Gobierno en su engañosa campaña frente a lo que ellos llaman «pseudociencias».

Como defensores de una salud integrativa, nos dirigimos a usted porque entre todos debemos parar este despropósito, uno de los mayores atentados contra la salud que se han llevado a cabo desde las instituciones del estado en toda la historia de la democracia.

Si no se hubiesen disuelto ya las Cortes y no tuvieran ya fecha las elecciones generales, la nauseabunda campaña oficial «contra las pseudociencias» justificaría una moción de censura al Gobierno.

Esta petición que desde Tener S@lud abanderamos, y a la que le pedimos que se una, tiene como objetivo:

  • Desenmascarar esta acción propagandística del Gobierno.
  • Proteger a los ciudadanos de este engaño y preservar nuestro derecho a acceder a las terapias naturales y complementarias.
  • Defender a los profesionales que las ejercen con rigor, que solo buscan nuestro bienestar y cuyo nombre es pisoteado por el Gobierno impunemente.

Y, en definitiva, lograr que se retire esta campaña denigrante que, como el lobo disfrazado de oveja, bajo el argumento de proteger la salud de los ciudadanos, lo que hace es confundirlos, vulnerar su derecho a la libre elección de las terapias que consideren adecuadas y abocarles inexorablemente al tratamiento de sus dolencias con fármacos y cirugías agresivas, plegándose de esta forma a los intereses de las compañías farmacéuticas.

Una campaña retorcida y siniestra

Los pacientes merecemos un respeto que campañas como esta vulneran de forma vergonzante.

Primero, y bajo el engañoso nombre de «Plan de Protección de la Salud», hace unos meses declararon abiertamente la guerra a lo que ellos llaman «pseudoterapias» y «pseudociencias».

Y ahora, con un pie ya fuera del gobierno de la nación, el Ministro de Ciencia, Pedro Duque, y la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, han presentado al alimón en rueda de prensa un «informe preliminar» y una ofensiva campaña de publicidad en medios de comunicación.

Las listas de la vergüenza

Han hecho una lista de 139 terapias que a ellos les parecen sospechosas de ser «pseudociencia» para alertar frente a ellas a los ciudadanos.

Y ellos mismos, erigidos en juez y parte, han hecho ya una primera criba en la que han decidido que sobre 73 de ellas no merece la pena ni siquiera profundizar, sino que ya directamente hay que reprobar.

La oligoterapia (el uso de oligoelementos para restablecer o mejorar diferentes alteraciones fisiológicas del organismo), el Feng shui (un antiguo sistema filosófico chino que incide en la forma de organizar el espacio para lograr una influencia positiva sobre las personas) o la hidroterapia de colon (una técnica llena de evidencias y cada vez más prescrita por los médicos para limpiar el colon de impurezas que están en el origen de múltiples enfermedades) no son del gusto de los ministros, y ya las han metido en el saco de las 73 «condenadas».

Sin juicio. Sin abogado defensor. Sin testigos.

Sin oír a los pacientes ni a los profesionales.

«Son pseudociencia», afirman al unísono Duque y Carcedo, como si junto a la cartera ministerial les hubieran dotado hace unos meses de unos superpoderes capaces de permitirles ver más allá de la evidencia clínica y del bienestar de los pacientes. Y metiendo en el mismo saco terapias sanitarias, esoterismo y creencias.

Respecto a las 66 terapias y técnicas restantes, se van a dar un tiempo para analizarlas, si bien la presunción de inocencia brilla por su ausencia y en la campaña publicitaria ya se han aventurado a ridiculizar algunas terapias que aún están en estudio, cayendo en una publicidad engañosa fuera de todo el rigor que ellos mismos invocan una y otra vez.

Y cuando ridiculizan las terapias, se ríen también de los miles de profesionales serios que las ejercen y de los millones de pacientes que las utilizan. Una falta de respeto en toda regla con anuncios en los medios de comunicación que pagamos todos.

El ayurveda, la medicina tradicional china, la medicina antropofósica, la quiropráctica, la homeopatía, la naturopatía, la acupuntura y la osteopatía, entre otras, están en esa lista de piezas a batir de los ministros de Ciencia y Sanidad.

Un atrevimiento semejante solo es posible desde la total ignorancia

El límite que ellos pretenden poner a la medicina integrativa va justo en la dirección contraria a la estrategia que ha marcado la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aboga por un mayor peso de las terapias tradicionales y complementarias dentro de los sistemas públicos de salud. (1)

Entre esas medicinas que la OMS quiere que los estados contemplen como parte de la cartera de servicios a los ciudadanos se encuentran precisamente el ayurveda, la medicina tradicional china, la acupuntura… que están en la lista negra del Gobierno.

Si no estuviera en juego la salud de todos, que es un asunto muy serio, la actitud de este Gobierno frente a las medicinas tradicionales y complementarias sería un chiste.

La propia OMS lleva años trabajando en una nueva Clasificación Internacional de Enfermedades, la CIE-11, que será de aplicación a partir de 2022 y que se presentará oficialmente en mayo de este mismo año en la 74ª Asamblea Mundial de la Salud (2)

Pues bien, por primera vez la OMS reconocerá como enfermedades las relacionadas con los desequilibrios de energía dentro del organismo, sobre los que actúan técnicas como la acupuntura, la moxibustión o la digitopuntura, todas ellas en la lista de 66 terapias que se encuentran al borde del patíbulo de los ministros de Sanidad y Ciencia.

El documento de la OMS es de relevancia capital, pues establece la agenda médica en más de un centenar de países -entre ellos España- e influye en los diagnósticos, la investigación clínica y hasta en las coberturas de los seguros médicos. Y por primera vez incluye un capítulo específico sobre medicina tradicional.

Es decir, que mientras la OMS da pasos de gigante para incorporar las medicinas tradicionales en los sistemas de salud, los ministros de Ciencia y Sanidad de España, que deben creerse más listos que nadie, van en la dirección contraria: ridiculizando y poniendo trabas a todas estas formas de entender la salud.

Y de hecho en países de nuestro entorno como Suiza, Alemania o Francia terapias como las que el Gobierno Español persigue están plenamente integradas en los sistemas sanitarios.

¡Basta ya de que unos ministros fanáticos, intransigentes e intolerantes condicionen la salud de todo un país!

No podemos quedarnos de brazos cruzados.

Por eso vamos a presentar formalmente una petición ante el Gobierno para parar de una vez este atropello que están sufriendo en España estas terapias. Empezando por retirar la campaña propagandística contra lo que osadamente han denominado «pseudociencias», instándoles a escuchar a médicos, terapeutas y pacientes de todas estas formas de medicina integrativa y a seguir las recomendaciones de la OMS en materia de salud.

Y para eso le necesitamos a usted, para que apoye con su firma esta petición tan cargada de sentido común y nos ayude a difundirla entre sus conocidos.

Porque estamos hablando de la salud de todos. De la nuestra, de la de nuestros mayores y de la de nuestros hijos.

FIRMAR LA PETICIÓN AHORA

¡Necesitamos su firma!

El fanatismo al que han llegado les ha llevado incluso a poner en su lista negra la risoterapia.

Dicen los impulsores de esta campaña que «el mayor riesgo de estas terapias es que los pacientes abandonen sus tratamientos convencionales».

¿Se han parado a pensar estos ministros tan inteligentes que la risoterapia es ayudar al organismo con recursos expresivos del cuerpo, danzas y juegos como medio de liberar la risa sincera, y con ella gran cantidad de endorfinas, lo que aporta beneficios fisiológicos, psicológicos, emocionales y sociales?

¡Todo un peligro para los ciudadanos del que el Gobierno nos quiere proteger!

La risoterapia es una terapia que está implantada en multitud de hospitales de todo el país, especialmente con pacientes oncológicos, adultos pero sobre todo niños, y que está avalada expresamente por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).

¿De verdad piensan los ministros de las pseudociencias que algún padre o madre va a hacer que su hijo abandone su tratamiento oncológico para tratarle solo con las risas de los payasos que acuden al hospital a hacerle reír?

Desmontando la campaña del Gobierno

Pues así podríamos ir con todas las terapias y medicinas tradicionales y complementarias de la lista del Gobierno, desmontándolas una a una.

¿Técnicas de relajación? Pseudoterapia para los ministros.

¿Terapia nutricional? Pseudoterapia para el Gobierno.

¿Medicina ayurvédica y medicina tradicional china? Da igual que recurra a ellas la mitad del planeta (pues son dos sistemas que se utilizan desde hace miles de años en ambos subcontinentes y están plenamente implantados en sus sistemas de salud) Pedro Duque y María Luisa Carcedo parecen saber a ciencia cierta que todos se equivocan menos ellos.

Qi gong (o Chi kung), homeopatía, Tai chi, fitoterapia, acupresión… ¿no deberían las autoridades acercar a los ciudadanos a todas estas fuentes impagables de salud en lugar de ponerles trabas?

A vueltas con la ciencia

La ciencia ha logrado grandes avances en la historia de la humanidad. Gracias a ella, por ejemplo, el hombre ha llegado a la luna.

Pero las estrellas ya brillaban en el cielo antes de ello, y antes aún de que los astrónomos les pusieran nombre. También las manzanas caían de los árboles mucho antes de que Newton formulara la ley de la gravedad.

Porque todo lo bueno que tiene la ciencia se convierte en perverso si pensamos que lo que no es capaz de explicar hoy día simplemente no existe.

Pretender que absolutamente todo lo que influye en la salud de una persona sea explicado con las reglas del método científico tal y como lo conocemos hoy día es algo peor que fundamentalismo científico: es miopía científica.

La historia de la humanidad está llena de científicos avanzados que fueron incomprendidos y humillados en su momento, pero a los que el tiempo dio la razón.

No todo se explica con estudios doble ciego, probetas y ratones de laboratorio. Quizá un día la ciencia dé pasos o use otras varas de medir que logren dar una explicación a todo.

El ministro de Ciencia se refería a las 139 terapias de su lista, con una absoluta falta de respeto, como «cosas».

¡Qué fácil es criticar lo que no se conoce!

Oigamos a los pacientes que ven mejorar su salud de forma radical, miremos con humildad los siglos de historia que avalan medicinas tradicionales y ancestrales y aceptemos que esas «cosas» a las que se refería Duque simplemente funcionan.

La cerrazón presuntamente científica de este Gobierno pretende impedir a los pacientes acceder a ellas.

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El valor de una medicina integrativa

La medicina occidental, es decir, la medicina convencional, no es la panacea «basada en la ciencia» que pretenden hacernos creer.

Las enfermedades no transmisibles (como las cardiovasculares, la diabetes o el cáncer) no dejan de aumentar. Y también las víctimas de errores médicos y de daños producidos por los medicamentos. Las muertes causadas por los medicamentos convencionales se cifran en Europa en 197.000 al año. ¿Por qué no hablan las autoridades sanitarias de ello ni nos protegen frente a este peligro real y sin embargo se empeñan en convertir en el enemigo a quienes no lo son? (3)

En 22 años de existencia, la asociación El Defensor del Paciente no ha recibido una sola denuncia por negligencia contra profesionales de las medicinas no convencionales, frente a las miles y miles que reciben contra médicos de la medicina convencional (solo en un año 14.335). (4)

¿Por qué este empeño en poner sobre alerta a la población sobre un problema que no es tal problema? Algún día tendrán que dar explicaciones de este despropósito.

Un movimiento imparable que empieza con su firma

Tenemos que parar este despropósito. Si usted…

  • Se siente insultado por una campaña propagandística que frivoliza con la salud y ridiculiza a profesionales y pacientes.
  • No quiere dejar su salud en manos de ministros sectarios e intolerantes que siguen las tesis opuestas a las de la medicina más actual, que apuesta por integrar cuerpo, mente y espíritu buscando la salud de una forma global.
  • Entiende que no puede ser que tenga razón este Gobierno y sin embargo estar equivocados todos los expertos de la OMS que trabajan para integrar las terapias tradicionales en los sistemas de salud y todos los países en los que esta integración es una realidad.
  • Cree que no pueden ser tontos los miles y miles de pacientes que utilizan las terapias complementarias y tradicionales, cuya cifra no deja de aumentar también en nuestro país.
  • Cree que hay otros caminos y lo que desea es poder acceder a ellos con garantías.

La medicina convencional no es perfecta, y precisamente por ello la convivencia con medicinas tradicionales y complementarias es la mejor opción.

Errar es humano. Por eso necesitamos unir nuestras voces y que suenen como una sola, para solicitar al Gobierno que retire inmediatamente esta campaña ofensiva e insultante absolutamente equivocada.

Ya se quedó sola España frente a la solicitud de prohibir la homeopatía y los medicamentos homeopáticos, solicitud que la Comisión Europea rechazó expresamente. Y lejos de aprender de ello ahora han ido más allá y pretenden ir contra todo.

El Gobierno debe retirar esta campaña antes de que el ridículo para nuestro país sea aún mayor.

Pero sobre todo porque es una campaña que perjudica claramente la salud. La de tantas personas que podrían encontrar alivio y solución a sus dolencias en estas terapias.

¡Basta ya!

Le pido -le ruego más bien- que firme la petición que encontrará a continuación para que el Gobierno retire inmediatamente esta campaña de todos los medios de comunicación.

No podemos permanecer pasivos antes este escándalo. Hagamos ruido, mucho ruido.

Por eso también le pido que la comparta con todos los que le rodean (familia, amigos, compañeros de trabajo…).

Con una simple firma arranca un movimiento capaz de cambiarlo todo.

Muchas gracias por su atención. En nombre de la salud de todos.

En nombre de la salud de todos.

El Equipo de Salud, Nutrición y Bienestar (SNB)

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Fuentes

  1. «Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2014-2023».
  2. CIE-11 o International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems (ICD)
  3. «Medicamentos que matan y crimen organizado». Peter Gøtzsche, profesor de medicina y farmacología clínica de la Universidad de Copenhague, director y profesor del Noric Cochrane Center.
  4. Discovery Salud. Número 221. Diciembre 2018.

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